¿Deseas prepararte para servir al reino de Dios en Japón? ¡Genial! Aquí tienes algunas cosas para considerar.
En una ocasión, le pregunté a una obrera japonesa de una iglesia local: «¿Con qué tipo de misioneros te gustaría trabajar?» Ella respondió: «Misioneros humildes» y luego explicó: «Aquellos que respeten nuestra cultura».
No necesitas tener un título en historia y cultura japonesa para evitar faltar al respeto a la cultura japonesa. Pero un entendimiento básico de esa historia y cultura te pondrá en el camino correcto.
Desde la década de 1950, Japón se ha destacado como uno de los países más avanzados económicamente y tecnológicamente del mundo. Esto ha ocurrido junto con el mantenimiento de una cultura tradicional históricamente rica y única. ¿Qué significa esto para los misioneros hoy en día? Considera explorar las siguientes preguntas:
- ¿Cómo entienden los japoneses el honor? ¿La vergüenza? ¿Cómo se compara esto con mi cultura de origen?
- ¿Cómo priorizan los grupos y comunidades la individualidad en comparación con la armonía del grupo? ¿Quién es responsable del éxito y la reputación del grupo?
- ¿La comunicación en Japón tiende a ser directa (bajo contexto) o indirecta (alto contexto)? ¿Cómo se compara esto con el estilo de comunicación de mi cultura?
- ¿Cuáles son algunas de las normas implícitas y reglas sociales que rigen el comportamiento de las personas en su vida cotidiana?
También es útil tener un entendimiento básico de las dos principales religiones en Japón: el budismo y el shintoismo. La mezcla de estas dos religiones está arraigada en la vida cotidiana japonesa. Muchas casas tienen tanto estantes para los dioses shinto (kamidana) como altares budistas (butsudan). A lo largo del año, estas religiones surgen durante festivales y prácticas religiosas en días especiales. Rara vez se discute o predica la religión. En cambio, parece ser un código moral, una forma de vida, casi indistinguible de los valores sociales y culturales.
Aunque Japón ha sido descrito como un campo misionero notoriamente difícil, he tenido el privilegio de ver cómo Dios ha marcado una diferencia eterna en la vida de las personas. ¿Estás considerando el trabajo misionero y sientes el llamado a Japón? Pide a Dios un mayor entendimiento de la cultura japonesa y la capacidad de comunicar el evangelio de manera fiel y atractiva.
Por KP, un misionero de la OMF.