Francisco Javier, el misionero jesuita, llevó el cristianismo a Japón en 1549. Sin embargo, los shoguns [oficiales japoneses] estaban convencidos de que esto tenía el propósito de ablandarlos para la conquista europea. En 1612, fueron perseguidos hasta 300,000 cristianos japoneses y muchos de ellos, martirizados. Cerraron el país a todos los extranjeros durante 250 años.
Hubo una respuesta positiva al evangelio a finales de 1800 cuando Japón abrió nuevamente sus puertas al Occidente. Pero esto fue seguido por una renovada sospecha y rechazo. El crecimiento de la Iglesia se ralentizó dramáticamente a inicios del siglo 20, pues la presión desde dentro y fuera de la iglesia frenaron el crecimiento.
Los años de la posguerra han visto un incremento en la actividad evangélica, inicialmente de parte de EUA, con un buen crecimiento entre 1945 y 1960 y, más recientemente, de parte de Corea. Alineado a su ethos pionero, los primeros trabajadores de OMF se mudaron a territorios no alcanzados en 1951, concentrándose en Hokkaido y en la Prefectura de Aomori. En particular, fueron los jóvenes quienes respondieron, pero la rápida urbanización llevó a que se redujeran las iglesias cuando los nuevos conversos se iban rumbo a las ciudades. Hoy, OMF elige las ciudades de Japón, tanto las mega ciudades como las ciudades más pequeñas, aunque también trabaja en áreas rurales. Las oficinas centrales de OMF están ubicadas en el Área del Gran Tokio.
No obstante su alentador crecimiento, la población en general ha seguido absorta en actitudes materialistas, confiados en sus propias religiones. Aún falta por venir un rompimiento. Espiritualmente, Japón permanece indiferente al evangelio. Las presiones culturales para conformarse y el intenso ethos laboral exprimen fuera el cristianismo, particularmente para los varones japoneses. Aproximadamente 70 por ciento de todas las iglesias tienen una asistencia promedio de menos de 30, aunque la membresía es el doble de esta cifra. Ello se debe a que muchas personas deben trabajar los domingos y por ello, no pueden asistir a la iglesia cada semana. Aun así, muchas de estas personas que no pueden asistir cada domingo están activos en la iglesia durante la semana. Se dice que 90% de los cristianos japoneses dejan la fe. Pero, algunas de estas personas son ‘descubiertas’ muchos años después y restauran su fe.
La reciente desaceleración económica y los recurrentes escándalos políticos han destrozados muchos sueños y evidenciado lo vacío que es el materialismo. Ha habido una renovación en el interés espiritual que se evidencia en el rápido crecimiento de sectas y religiones nuevas. Aum es una que ha conseguido notoriedad en el extranjero, así como en Japón. Muchos a los que les han lavado el cerebro los cultos tardan años en recuperarse, si es que logran escapar de sus garras.
No hay restricciones para dar testimonio ni para predicar el evangelio.
Breve cronograma
1549 Llega el misionero jesuita Francisco Javier y hay crecimiento
1587 Prohibición de misioneros extranjeros
1614 Prohibición gubernamental al cristianismo, persecución generalizada contra los cristianos hasta 1640
1639 Japón entra a un largo período de aislamiento nacional
1853 El comodoro de EUA, Matthew Perry, exige que Japón abra sus puertos
1859 Llegan los misioneros protestantes
1873 Se elimina la prohibición gubernamental contra el cristianismo
1870s Los misioneros producen las traducciones de la Biblia al japonés
1941 El gobierno ordena que las denominaciones protestantes se fusionen
1947 La libertad religiosa es garantizada con la constitución de la posguerra